Lo que veo desde mi balcón

Un balcón de la vida

En mi pueblo se ve de todo, una chica que espera a sus padres en el portal de su edificio, unas señoras que salen flamenqueando del bingo, un bar que cierra sus puertas laterales para que no entren personas indeseadas, otra gente que come con platos y tenedores en el coche como paseando con la comida, en fin en mi pueblo de ve de todo. ¿o no?

Lo que no veo en mi pueblo es gente que sea realmente feliz, gente que ama a otra gente con todo su corazón o gente que sencilla que ayuda a otra gente. No veo desde mi balcón a un familia que se quiere sin importar que el papi haya reñido a papá por comprar gulosinas a sus hijos, no veo a madres blancas de un hijo negro, ni veo a nadie comprar en la tienda de muebles de la esquina.

Pensandolo bien, no veo mucho desde mi balcón, aquellos padres que cargaban con sus hijos mellizos con orgullo, vistiendo camisetas de arco iris, ya no están, ya no les veo. Tampoco veo desde mi balcón aquellas madres que hablaban con los padres de los mellizos, contando como era ser madre de una linda niñita china, o a aquellos inmigrantes que venian de todas partes apenas por conocer una nueva cultura, o por intentar una vida mejor para sus familiares, no veo gente que cree en dios porque sin él no hay nada mejor. Pero si veo un lindo horizonte azul, veo el mar azul brillando con la luz del sol, tambien veo que la gente sin apenas ser feliz, sonrie, canta y baila.

Ahora creo que ellos si tienen razones suficientes para sonreir, tienen sus familias esperandoles en casa, o amigos en alguna parte llamandoles porq ue tardan demasiado en acudir al parque, donde quedarón hace ya una hora. Si, es verdad, todos tienen razones para sonreir y pensar que mañana será mejor aun mismo sabiendo que el mañana no será ni mejor ni peor, apenas igual.
 
 
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